Detalle del mapa de la Ciudad de México de Emily Edwards, 1932.

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a imagen corresponde a la parte sur del mapa de Emily Edwards, publicado por la compañía de Luz y Fuerza junto con la Compañía de Tranvías de México en 1932. Más allá de que el análisis de todo el documento es apasionante, ya que se trata de un mapa dedicado a la expansión de los modernos tranvías en el que se muestra el crecimiento urbano hace casi 90 años, en esta ocasión nos enfocaremos en la sección de Tlalpan que fue cartografiada.

En primer lugar, resalta el Pedregal, que se mantenía como un sitio aparte a la Ciudad, aunque la actividad de los canteros es visible en la zona de Copilco –en la esquina superior izquierda- así como en Santa Úrsula Coapa. En el límite con las rocas, el caudal de los manantiales de Peña Pobre marcan la frontera entre el Pedregal y la zona del centro de Tlalpan, señalado como una fina línea azul que corre al oriente y que alimentaba el río San Juan de Dios, el cual cruzaba paralelamente el límite del Pedregal hasta desembocar en la zona de Huipulco, alimentando los ricos campos agrícolas de la región. Si se sigue el trazo del río, es posible ver la referencia de la Hacienda de San Juan de Dios.

Junto a la pirámide de Cuicuilco aparece la fábrica papelera de Peña Pobre junto a lo que asemeja la fábrica de San Fernando o a las instalaciones militares de Tlalpan, hoy pertenecientes al IMSS.

En la parte inferior del mapa aparece el aljibe o lago de Fuentes Brotantes, el cual forma un arroyo cuyo cauce desaparece en la plaza frente a la iglesia de San Agustín.

Los tres caminos históricos de Tlalpan también se ilustran en este mapa. Debajo de Cuicuilco, la vereda que atravesaba el Pedregal y encaminaba hacia Contreras con una bifurcación que bajaba a Copilco y Coyoacán.

En amarillo, los ramales de los tranvías de Tlalpan. Los colindantes con el Pedregal, utilizados para la remoción de la piedra de las canteras, mientras que el segundo camino conecta desde la fábrica de Peña Pobre con Calzada de Tlalpan, por lo que hoy en día son avenida San Fernando y Renato Leduc hasta el cruce en Huipulco.

Por último, el camino a Cuernavaca y Acapulco surge en el mismo cruce de Huipulco, el cual atraviesa algunos de los pueblos de Tlalpan como San Pedro, Chimalcoyoc, San Andrés y Parres y que a grandes rasgos, hoy en día es la carretera federal a Cuernavaca.

Aunque en apariencia es una representación somera de Tlalpan, en realidad este documento se hizo con mucha dedicación y logró sintetizar en solo unos cuantos centímetros los elementos más importantes de la zona del centro de Tlalpan: su iglesia, manantiales, fábricas y los caminos que desde hace cientos de años han comunicado a Tlalpan con los cuatro rumbos de la Ciudad de México.